domingo, 17 de marzo de 2013


Yo no sé lo que es. Pero tengo una idea, lo he visto en la TV, lo he leído, me lo han dicho. La verdad es que no me importa mucho, no me preocupa. No pienso mucho en ello.Mi idea de la vida es que no tiene un fin, ni objetivo, como podría ser “alcanzar la felicidad”. La vida es un largo camino que nunca debe dejarse de andar. Nunca me voy a detener ni conformarme, aun cuando eso signifique abandonar mi zona de confort, el rinconcito que me gusta tanto. Yo sé, porque así lo he aprendido en mis cortos años, que la vida empieza fuera de ese rinconcito tranquilo donde todo está bajo control. He hecho cosas que pensé, antes, nunca me atrevería; pero aún debo hacer más.Debo aprender, debo mejorar, debo superarme. Aun cuando eso implique sacrificios, sufrimiento, el camino debe ser andado, no hay fin, no hay una olla llena de monedas de oro al final del arco iris, no está ahí la felicidad esperando. No hay fin.Esto no implica que mi vida vaya a ser sufrimiento, habrá momentos en que descansaré, porque no hay mejor descanso que el que se merece. He de sentarme en mi silla, cubierto con una manta a disfrutar un delicioso té. He de apreciar los días y lo que tengo. He de cuidar a las personas que quiero, seré fuerte, mejor, por ellos.Porque en el camino no estoy solo.Alguna vez alguien me dijo: Nunca vas a cambiar.No, le dije, no cambiaré, VOY A MEJORAR.Las posibilidades son que nunca más vaya a cruzarme con esa persona. Pero eso tampoco importa.No sé qué es la felicidad.Sólo sé que cada día debo ser mejor que el anterior. Y quizás, esa sea “mi felicidad”.